sábado, 15 de marzo de 2014

Felicidades papá.

Ya hace una semana que te fuiste y  empiezo a darme cuenta que mi vida ha cambiado.

 ¿Qué has comido hoy? ¿Dónde has estado? ¿Con cuántas mujeres, si mujeres, has tomado un café? Hasta la hora de tus necesidades sabía a diario. Es verdad que en ocasiones ponía el "piloto automático", no porque no me interesara tu vida, sino porque mis conexiones neuronales se perdían cuando relacionabas a fulanita con el hijo que tenía viviendo en Barcelona y casado con menganita que tenía un padre de origen asturiano y conocía a tu suegro y...  Ahora me falta información, aunque sé que estás donde querías estar. Tu no querías estar en un mundo que no controlaras y te forzara a depender de los demás. 

Ahora solamente quiero recordar tus tantas peculiaridades o excentridades, para nosotros casi normales:

La agenda diaria llevada con minuciosidad, donde apuntabas a que hora tomabas las "hierbas", la leche con polvitos o a que hora se había acostado tu nieta Susana. Sacabas tu porta monedas y contabas hasta la última "peseta" haciendo cábalas  para averiguar en qué habías gastado 5 céntimos que te faltaban. El día no se acababa hasta que las cuentas no cuadrasen.

Los domingos tenías tu retahíla, desayuno, ducha, "muda" limpia y corte de uñas. Se alternaban, unos te cortabas diez uñas, otros veinte ( también se apuntaban en la agenda). Y sin falta ibas a Misa, pero no a cualquier iglesia, tu tenías que buscar la más corta. Tu límite estaba en 30 ó 31 minutos de duración. Cuando no había iglesia que elegir, la homilía era cronometrada exhaustivamente, incluso con segundos. ¡Pobre cura que se pasase de los diez minutos! En las iglesias habituales tenías tu banco asignado, generalmente uno donde pudieras ver todo y también fueras reconocido por los lugareños.

Ahora toca hablar de los bolsillos ¡pobres ellos! Parecían el bolso de Mary Popins. En solo uno, y digo solo uno, podía haber dos corta uñas, un bolígrafo bic cortado ( tu fuiste el inventor de los mini-bic), una cuerda, dos bolsas de plástico, tu pañuelo de tela, algún imperdible, almanaques varios y como no, tu navaja multiusos, pila o pilas, clip y posiblemente un destornillador. Ésto multiplicado por los cuatro bolsillos del pantalón. 


Se me olvidaba que también cabía algún caramelo caducado y medio derretido y un sobre de azúcar. ¡Kit de supervivencia! 

Jamás he conocido que te pusieras una camisa sin bolsillo, por eso no te gustaban los "polos". Recuerdo haberte hecho unos bolsillos en unos polos beiges que fueron tu uniforme una temporada de tu vida, tu mismo me indicaste que se podía cortar un pedazo de la parte de abajo ya eran muy largos. Y allí ibas tú contándole a todo hijo de vecino lo que tu niña había hecho y cuestionando porque eso no se le había ocurrido al fabricante de Lacoste.

Otra peculiaridad tuya, yo creo que la más marcada, era la conversión de la vida a números. Cuando veías Pasa Palabra a ti no te importaba si la que empieza por B es animal de carga o platillo volador,  sólo te interesaba cuantas palabras había acertado, cuántas fallado, cuántas le faltaban para completar el rosco y que dinero tenía el bote, ah! y cuantas semanas llevaba el concursante. Y menos mal que en esta vida existen los maravillosos números, si no cómo te hubieras comunicado con tu amiga Elli ( alemana). Las conversaciones se reducían a : yo dia 10 llamarte a 9 horas y tu decir que día venir España, número avión, hora llegada. Adios.

Difícil es poder plasmar en unas palabras tu paso por la vida y el vacío que dejas. A partir de hoy ya soy mayor, ya no tengo que dar explicaciones o contar cada movimiento que hago, necesitaba tú aprobación en todo, no me acostumbro a tomar decisiones sin que tú lo sepas.

Sólo decirte que tus amigos de Torremolinos publicaron en El Noticiero algo sobre ti, te mando el enlace para que puedas presumir de haber salido en la prensa, ah! y en Facebook también. Todos sabemo lo que te gustaba estar al lado de los famosos, llamarlos por su nombre de pila y cortar ese pedacito de bandera de España de cualquier inaguración para luego guardarla o simplemente almacenarla. ¡Qué serán sin ti Fitur, la Cata de Córdoba, la Alimentaria o la Feria de Sevilla!

Y hoy, día de San José, no se me olvida felicitarte. Un beso papá, te quiero mucho.




2 comentarios:

  1. Mayte me has emocionado. Que homenaje tan bonito le has hecho a tu padre. Me ha recordado bastante a mi abuelo. Exceptuando lo de la misa. Pro a el tambien vive la vida con los numeros. Saber cuanta gente pasa por su calle en hora punta. Cuantos pasos hay hasta la plaza. Hacer cuentas le chifla.
    Siento el vacio que ha dejado en ti. Pero siempre te acompañara su presencia. Sera tu angel.

    Muchos besos

    ResponderEliminar
  2. Mayte hoy paso a dar una vueltecita por tu blog y me encuentro tan emotivo homenaje que le das a tu padre
    me ha gustado mucho y me he emocionado.
    Muchos besitos.

    ResponderEliminar